Thursday, April 21, 2011

He Pecado Contra El Cielo

"Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy adigno de ser llamado tu hijo."

Deseo compartir mi testimonio del poder sanativo de la expiacion del Señor Jesucristo. No es un don unicamente disponible a mi pero mas bien para toda alma viviente bajo el sol, luna, y estrellas. La biblia nos habla acerca de la historia bien conocida del "hijo prodigo." En un resumen breve, leemos de un hombre cuyo hijo retiro la porcion de su herencia y se fue del hogar de su padre--seguramente emocionado con sueños grandes. Desafortunadamente, como las escrituras dicen, el "se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes aviviendo perdidamente." "Tanto su dinero como sus amigos desaparecieron mucho antes de lo que pudo imaginar —siempre ocurre así—, y después de eso, llegó la terrible hora de la verdad —que siempre llega" (Elder Jeffrey R. Holland). La historia continua contandonos de su estado pobre y desesperado--como el "deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba." Aqui hago pausa, pero no por mucho tiempo. Tomo una pausa a un punto donde me atrevo decir que cada uno de nosotros hemos llegado a un tiempo o otro. Es el momento donde nos damos cuenta que "la maldad nunca fue felicidad." Un momento donde somos entrapados por completo por el pecado, la deshonestidad, y el orgullo. Sentimos vacios, sin direccion, y nuestra consciencia se encuentra llena de remordimiento vergonzoso. Tal experiencia hizo que el profeta Alma clame " ¡Oh si afuera desterrado —pensaba yo— y aniquilado en cuerpo y alma, a fin de no ser llevado para comparecer ante la presencia de mi Dios para ser juzgado por mis bobras! Y por tres días y tres noches me vi atormentado, sí, con las penas de un alma acondenada."

En esta situacion terrible, nos preguntamos de donde vendra el alivio. Alma, continuando, nos da la respuesta clave: "Y aconteció que mientras así me agobiaba este tormento, mientras me aatribulaba el recuerdo de mis muchos pecados, he aquí, también me acordé de haber oído a mi padre profetizar al pueblo concerniente a la venida de un Jesucristo, un Hijo de Dios, para expiar los pecados del mundo." La respuesta es la expiacion de Jesucristo. Todos hemos sentido alguna version de estas penas y testifico que solo es por medio de Jesucristo que podemos encontrar alivio verdadero y duradero. Nuestras mentos no tienen que ser atribuladas por nuestra memoria. El Señor nos invito a ser puros por medio de él cuando dijo, "Venid ahora, dice Jehová, y arazonemos juntos: aunque vuestros bpecados sean como la grana, como la nieve serán cemblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana" (Isaias 1:18). El arrepentimiento y el bautismo por agua y fuego son los medios por los cuales podemos ser limpiados, si es que tenemos fe en Cristo.

Tenemos que tener el valor de levantarnos y darnos cuenta que somos mejores que nuestras circunstancias, tal como el hijo prodigo "se levantó y fue a su padre." Una escena hermosa e inspiradora sigue y con eso termino este blog: "Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a amisericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy adigno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad la mejor ropa y vestidle; y poned un anillo en su mano y sandalias en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta, porque éste, mi hijo, muerto era y ha revivido; se había perdido y ha sido hallado. Y comenzaron a regocijarse."

1 comment:

  1. Hola Elder Manciati. Con frecuencia recibo correos electrónicos a través de mi página web (allaboutmormons.com) de gente que está interesada en la Iglesia. ¿Podría encaminar algunos de estos mensajes a usted para que pueda ayudar a estos investigadores? Si puedo, por favor envíe su dirección de email para webmaster@allaboutmormons.com

    Gracias, Jacob

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