"Al enfrentarnos a decisiones importantes, ¿cómo decidimos? ¿Cedemos a la promesa de placer momentáneo? ¿A nuestros impulsos y pasiones? ¿A la presión de nuestros compañeros? No seamos indecisos como Alicia, en el cuento clásico de Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas. Recordarán que ella se encuentra ante un cruce de caminos con dos senderos por delante, cada uno en direcciones opuestas. Ahí se encuentra con el gato Cheshire, al que le pregunta: “¿Qué camino debo tomar?”.El gato contesta: “Depende mucho del punto adonde quieras ir. Si no sabes adónde quieres ir, no importa qué camino sigas”.A diferencia de Alicia, todos nosotros sabemos a dónde queremos ir, y sí importa el camino que tomemos, ya que al seleccionar nuestro sendero, escogemos nuestro destino.Constantemente tenemos decisiones ante nosotros. A fin de tomarlas sabiamente, se necesita valor, el valor para decir no, y el valor para decir sí. Las decisiones sí determinan nuestro destino." http://new.lds.org/general-conference/2010/10/the-three-rs-of-choice?lang=eng
Cual es el proposito de nuestra vida? Cual camino estamos tomando? Sabemos nuestro destino? Simplemente estamos yendo con el flujo de la vida y paseando sin proposito en un circulo? Estamos apaciguados y contentos con sentarnos en una banca admirando el pasaje? Tal vez que estamos estancados y nos hemos perdido en el subconsciente dentro de nuestra tienda al borde del camino. Tal vez que estamos bloqueando la carretera para nuestros seres queridos o estranjeros que estan intentendo de seguir adelante con humildad? Creo que a veces es necesario de tomar una pausa para ver donde estamos yendo en nuestra jornada, cual camino estamos tomando, y en que nos estamos convirtiendo. Si nos hemos extraviado del camino, siempre podemos hacer el zigzag de regreso a nuestro curso. Hay muchisimos caminos que podemos emprender pero debemos acordarnos que solo uno nos llevara de regreso al Padre."Entrad por la puerta aestrecha, porque ancha es la puerta y bespacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque aestrecha es la puerta y bangosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" (Matthew 7:13-14).
Mi deseo es que todos seamos como Alicia y que encontremos el camino de regreso a nuestro Padre Celestial. No importa si haigan conejos blancos, Sombreros locos, o reinas enfurecidas que nos impiden. Siempre hay un camino a la paz y la felicidad duraderas.